De joven, mi fe Católica era importante para mí, pero era solo como algo que vivía en ciertos días (a veces a medias) y realmente solo a mi conveniencia. La guardaba en mi mochila para llevarla conmigo por si acaso me hacía falta. Como una identificación para mostrar quien era y por si se requería. Pero Dios es bueno. No deja de cuidarnos y de bendecir nuestro camino.
Dios esta a nuestro lado a cada momento, y no deja de esperarnos – nunca. Espera pacientemente con un amor incondicional aun en los momentos que no reconocemos que está ahí a nuestro lado. Además, nos busca intensamente, porque nos ama y desea estar con nosotros, aunque nosotros nos alejemos de Él. Gracias también al amor de nuestras familias y amigos y sus oraciones por nosotros, que nos acercan más a Jesucristo. Estoy segura que muchas oraciones de muchas personas me ayudaron de muchas maneras.
A través de los anos, empecé a conocer a Jesucristo más, pero creo no tomaba en serio el llamado de seguirlo. No podía dejar atrás mis metas, mis intereses, mi plan, mi . . .pues todo de lo que estaba en mi control. Cuantas decisiones y caminos tome sin primero leer y meditar en la palabra de Dios, sin escuchar un consejo de un sacerdote en la confesión, sin reflejar en el ejemplo de los santos, o pedirle a nuestra madre, La Virgen María, que rezara por mí.
He llegado aprender que a pesar de mis mejores planes, muchas veces tomo el camino más difícil y cometo errores innecesarios. Y sigue siendo difícil soltar las riendas, pero ahora reconozco que Él debe ser el conductor de mi vida si deseo vivir mi vida a lo máximo de acuerdo a Su plan. Confió en El por qué sé que Su plan es definitivamente mejor. Cuando uno pone sus planes en las manos de Dios, todo resulta exactamente para nuestro bien. Solo hay que confiar, mantener la fe, y tener mucha esperanza.
Confiar a veces significa esperar dirección o respuestas a nuestras oraciones. Puede ser esperar la recuperación de una enfermedad, solución a nuestros problemas, o recibir algo que deseamos en nuestros corazones. Él nos da la solución y nos regala hermosas bendiciones si esperamos pacientemente. No siempre vamos escuchar la respuesta que queremos, pero la respuesta de Dios es mejor que cualquier respuesta que vamos escuchar en el caos del mundo. Con su respuesta siempre vamos a recibir paz y que mejor manera de vivir esta vida que de acuerdo al plan divino de Dios y lograr la meta más importante – que es vivir todos juntos con El en la Gloria Eterna.