Yo siempre decía que no apoyaba el aborto. Claro que decía que no estaba bien. Pero de verdad no lo pensaba mucho. Era otro mundo al cual yo nunca iba entrar, así es que no tenía que pensarlo. Pero, hace como unos tres años empecé a despertar a la realidad del aborto. ¿Qué fue lo que paso? Tuve muchas oportunidades para educarme en este tema pero aquí están unas de las principales realidades de cual me entere.
1. Escuche este mensaje – “Tu que nomás estas ahí, sin hacer nada, que dices pues ‘Yo no creo que debes golpear a las viejitas, pero no es mi problema si alguien más las golpea. Ese es su derecho.’” Es lo que decimos cuando declaramos que no creemos que el aborto este bien, pero si alguien más lo hace, no debo intervenir, no es mi problema.
2. Me explicaron lo que sucede después de un aborto. (Aviso, no es muy bueno escuchar esto, pero me despertó a mí.) Las personas que trabajan en la clínica tienen que juntar las partecitas del bebe para asegurarse que todo haya salido del vientre. Me quedé sin palabras. No hay duda que es una personita, un bebe.
3. Me explicaron quien fue Margaret Sanger y que es lo que tiene que ver ella con la pastilla y la organización de Planned Parenthood (el proveedor más grande de abortos en los Estados Unidos). Se les dejo a ustedes para que hagan una búsqueda en el internet acerca de esta persona.
4. Rezar frente a una clínica me dejo con el corazón pesado de tristeza. Nadie quiere estar ahí. Es un lugar muy estresante con un ambiente muy difícil. Es obvio que esa decisión de estar ahí aflija a cada mujer que entra. Nadie quiere eso para sí misma o para ninguna otra mujer.
5. Leí la historia personal de Abby Johnson, una ex directora de Planned Parenthood, quien se llenó de valor, dejo su posición ahí, y ahora lucha por la vida dando su testimonio de las realidades que vivió en su trabajo y en su vida personal. Su historia ha dado luz a lo que verdaderamente sucede en una clínica de aborto.
6. Conocí a muchas mujeres que cargan con el sufrimiento de haber tenido un aborto. Se escucha la tristeza en sus voces. Es un dolor que sienten aun como si fuera ayer. Conocen muy bien las heridas de esa experiencia. Ellas ahora luchan por la causa Pro-Vida.
7. Vi amor y compasión. Muchas veces los medios y los que luchan por el aborto describen a los del lado de Pro Vida como personas frías que solo están para juzgar. Al contrario de esto, yo he visto el amor que le tienen a todas las mujeres y a sus bebes – las que deciden no abortar y a las que ahora sufren después de haber tenido un aborto.
8. Me informaron de los números desproporciónate de clínicas en comunidades Afro Americanos e Hispanos. ¿A quién está dirigido el apoyo para más abortos? ¿Las minorías van a ser la mayoría algún día no? ¿Y la legislación para apoyar el control de nacimientos no tiene nada que ver con esto verdad?
9. Escuchar las historias de los sobrevivientes del aborto. Estas personas claramente han enriquecido a los demás con su presencia. Sus vidas tienen valor y son irreemplazables.
10. Veo la felicidad y la tranquilidad de aquellas mujeres o familias que tomaran la decisión de no abortar su bebe después que habían considerado el aborto.
Hay muchas razones más, pero estas fueron las principales que finalmente me dieron un golpe por la cabeza para despertar mi conciencia.