En un par de semanas llega el Día del Amor y La Amistad. En las tiendas vemos corazones, chocolates, animalitos de peluches, color rosa, rojo, y más rosa. Aunque es un día muy divertido y especial, para unas personas es solo un recordatorio triste. O viven la desilusión de un amor o no han encontrado su media naranja.
¿Qué hacer entre todo los globos, las cajas de chocolate, y todos peluches que exclaman “Te Amo”? ¿Cómo sobrevivir ese día y todos los demás en esta situación, cuando cada canción de amor es solo otro clavo en el corazón?
Nosotros los humanos anhelamos el amor. Deseamos ser amados y tener cariño, aunque a veces lo negamos. Es parte de estar vivo. Fuimos creados por Dios quien nos ama – fuimos creados para amar. Pero hay algo que debemos reconocer. Nadie nos va amar más que Él. Eso es la verdad. Un esposo(a), mama, papa, hijo, y mejores amigos o mascotas nos quieren mucho. Pero nunca – NUNCA nos van amar más que Dios – nuestro padre, salvador, y amor eterno.
Es más, si eres soltero o soltera, hazte el favor de conocer este amor antes que nada. No pienses ni en tener novio(a), prometido(a), ni en espeso(a) antes que hagas esto. Si esperas ser buena pareja o sostener un amor apasionado, tienes que conocer a Cristo primero. El dio todo por ti . . . todo. Si no conoces este amor no aprendes amar incondicionalmente y sigues esperando lo perfecto de alguien que no lo es.
Primero Dios y lo demás llega a su hora, y además con una paz en tu corazón. Una de mis frases favoritas es de San Agustín. Dijo “Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en ti.” San Agustín vivió amores, placeres, éxito, y diversiones pero no fue realmente feliz hasta que vivió una vida unida con Dios. Así también nosotros, podemos buscar y buscar felicidad infinita en algo o alguien, pero nuestros corazones no estarán completos hasta que estén unidos con Dios.
Este Día de Amor, si no tienes con quien celebrarlo, pasa por una iglesia o una capilla donde puedas estar a solas con Dios. Platica con El, dale todas tus penas, confía todas tus esperanzas en El, y siente Su calor, Su abrazo cálido, y Su amor incondicional. Sera la mejor forma de celebrar el amor.