San Agustín decía “Novum in Vetere latet, Vetus in Novo patet” (el Nuevo Testamento está escondido en el Antiguo, mientras que el Antiguo se hace manifiesto en el Nuevo) con referencia a la relación entre el Antiguo y Nuevo Testamento de la Biblia. El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) explica que la unidad del plan divino entre los dos Testamentos puede ser descubierta por medio de la tipología. “Esta reconoce, en las obras de Dios en la Antigua Alianza, prefiguraciones de lo que Dios realizó en la plenitud de los tiempos en la persona de su Hijo encarnado.” (CIC 128)
De esta manera desde el tiempo de los Apóstoles y continuando con los Padres de la Iglesia y sus sucesores, pasajes en el Antiguo Testamento han sido entendidos de manera más plena al verlos a la luz del Nuevo Testamento.
Uno de los ejemplos de tipología presente en la Sagrada Escritura podemos encontrarlo en la primera carta de San Pedro donde nos explica que el bautismo fue prefigurado en el diluvio. Nos dice que “en los días en que Noé construía el arca. En ella, unos pocos –ocho en total– se salvaron a través del agua. Todo esto es figura del bautismo, por el que ahora ustedes son salvados” (1 Pedro 4:20-21).
Podemos ver en este texto que Noe y su familia fueron salvados del diluvio por medio de la barca, la cual también puede ser vista como una prefigura de la Iglesia. Tambien encontramos que el agua purificó a esta familia para vivir como una nueva creación. Del mismo modo cada uno de nosotros al recibir el Sacramento del Bautismo somos una nueva creación y somos salvados.
De esta misma manera se dice que varios personajes del Antiguo Testamento fuero “tipos” de Jesús. Encontramos en varios pasajes correlaciones con la vida de Jesús narrada en los Evangelios. Por ejemplo, podemos ver a David como un tipo de Jesús. Jesús es proclamado Hijo de David y ambos son reyes de Israel. David fue pastor en su juventud y Jesús es el Buen Pastor. David fue ungido por el profeta Samuel y Jesús es el Mesías (ungido) de Dios.
Moisés también puede ser considerado un tipo de Jesús. Moisés recibe las tablas de la Ley en el Monte Sinaí y Jesús proclama la Nueva Ley en el sermón de la Montaña. Moisés pasa 40 días en el desierto así como Nuestro Señor también tiene este tiempo de retiro antes de las tentaciones.
Obviamente existe el peligro de llevar esta interpretación a un extremo en el cual se llegue al abuso tratando de descubrir significados que no están ahí. Para eso se necesita siempre tener un buen comentario de la Biblia con buenas notas que nos ayuden siempre a conocer lo que la Santa Madre Iglesia ha enseñado.
En español uno de los mejores comentarios que muestran estas tipologías es el comentario de la Universidad de Navarra. Si uno sabe inglés, se puede hacer referencia a comentarios como “Ignatius Catholic Study Bible” editado y disponible a través de Ignatius Press o “Catholic Commentary on Holy Scripture” editado por Bernard Orchard, el cual es un excelente recurso a pesar que es difícil de conseguir.